La formación debe aportar valor a nuestro negocio, incidiendo directamente en el incremento de nuestras ventas, en una reducción de nuestros costes directos de formación y en lograr que cada día seamos más eficientes. Para ello es necesario detectar las oportunidades de aprendizaje de valor para nuestra empresa y establecer los indicadores que nos permitan evaluar su evolución. La formación que no aporta valor en una empresa carece de sentido. Es lo que llamamos 'Value Learning'.